La medicina ha avanzado mucho y ahora se puede decir que una mujer diagnosticada con VIH puede tener hijos, sin que esto necesariamente implique que el bebé lo adquiera. Si bien es posible transmitirle el VIH al bebé durante el embarazo, durante el trabajo de parto o durante la lactancia, esta posibilidad se reduce mucho si las madres siguen el tratamiento correctamente y tienen los niveles de virus indetectables.
Si durante el control prenatal, el tamizaje realizado arroja que la gestante vive con VIH, se recomiendan las siguientes medidas:
- Sugerir un tratamiento de terapia antirretroviral para el VIH. De esta forma se reduce el riesgo de transmitir el VIH al bebé. Si la gestante ya está bajo tratamiento, no debe dejarlo y más bien, debe verificar si mantener o incrementar la dosis con su médico tratante.
- Realizar exámenes de sangre frecuentes para identificar la carga viral (la cantidad de VIH en la sangre) y pruebas de resistencia para saber si el virus responde a los medicamentos utilizados para tratar el VIH.
- Evaluar una cesárea para pacientes con carga viral elevada, este tipo de parto puede reducir el riesgo de la transmisión perinatal del VIH en las mujeres que tienen una carga viral alta.
- Sensibilizar sobre el contagio a través de la lactancia. En lugar de la leche materna, se le puede dar leche de fórmula.
Promover una maternidad segura es posible también para estos casos. Es importante incidir en el tratamiento con antiretrovirales y desmitificar ideas falsas sobre sus efectos. Recordemos que el riesgo de transmisión del VIH es más bajo cuando la mujer seropositiva tiene una carga viral indetectable.
Mayor información se puede encontrar en la Norma Técnica de Salud para la Prevención de la Transmisión Materno Infantil del VIH, emitida por el Ministerio de salud del Perú.