El embarazo adolescente incrementa el riesgo de mortalidad materna y, por ende, representa un problema de salud pública. Es un asunto preocupante, pues durante los últimos años en Perú se ha evidenciado que los registros de embarazos en niñas y adolescentes no han descendido. Algunas cifras que dan cuenta de la permanencia de este problema son:
- En los últimos seis años se registraron 7 449 recién nacidos de niñas menores de 15 años; es decir, cada día cuatro niñas menores de 15 años se convierten en madre.
- La crisis sanitaria y las medidas de inamovilidad no trajeron buenas noticias: En el contexto de la pandemia, se ha cuadruplicado la cifra de niñas madres menores de 11 años con respecto a los años 2018 y 2019 en el mismo periodo (enero – septiembre) del 2020.
- En los embarazos y partos entre adolescentes menores de 15 años existe un mayor riesgo de muerte materna. En este grupo el riesgo de morir por causas relacionadas con el embarazo es hasta tres veces más que en mujeres mayores de 20 años.
- Los departamentos donde ocurren más las muertes maternas en adolescentes son principalmente la zona nororiental del país (Piura, Loreto y Cajamarca).
La mortalidad materna está muy relacionada con el embarazo adolescente. Las hemorragias, los trastornos hipertensivos y el aborto las causas directas más frecuentes de muerte materna en adolescentes. Por otro lado, dentro de las principales causas indirectas de muerte en las adolescentes fallecidas durante el embarazo están el suicidio, las complicaciones por lesiones auto infringidas y envenenamientos.
Este tipo de muerte materna es evitable con prevención. Según la Norma Técnica de Salud de Planificación Familiar todos los establecimientos de salud deben brindar orientación y consejería en salud sexual y reproductiva para los adolescentes. Es importante reconocer que el embarazo adolescente no solo tiene consecuencias en la salud y vida de las adolescentes, sino también efectos negativos en su inserción económica y desarrollo social.