Cuando hablamos de coerción reproductiva, nos referimos a una serie de comportamientos abusivos que una pareja usa para controlar la vida de la mujer, mediante el ejercicio de poder sobre sus decisiones y salud reproductiva. Es un tipo de abuso poco conocido, que se caracteriza por el uso del control sobre el embarazo, la anticoncepción y las relaciones sexuales para controlar a una persona.
Algunos ejemplos de coerción reproductiva pueden ser:
- Obligar a alguien a tener un aborto que no quiere
- Presionarla para no tener un aborto o para tenerlo
- Dañar u ocultar anticonceptivos
- Manipular a alguien para que no use condones
- Retirarse el condón sin avisar o dañarlo para provocar un embarazo
- Amenazar con terminar la relación si no tienen sexo
Como profesionales de la salud, es importante recomendar a nuestras pacientes que nadie más que ellas pueden tomar sus propias decisiones sobre su cuerpo, ya que el permitírselo a otra persona puede ser parte de un patrón más grande de violencia doméstica, que incluye también violencia física o psicológica.